¿Emprendedor o trabajador autónomo?

¿Te has preguntado por qué está tan de moda el término emprendedor? Parece que todo el mundo tiene que serlo. Pero… ¿Tenemos claro qué es? ¿Qué diferencia a un emprendedor de un empresario o de un trabajador autónomo?

Lo cierto es que son palabras que se usan muy a la ligera y, en ocasiones, ni siquiera sabemos a qué nos estamos refiriendo con ello. Seguramente tú te hagas llamar emprendedor sin serlo, y alguien se haga llamar autónomo cuando, en realidad, es un emprendedor.

En fin, en el artículo de hoy aprenderás cuáles son las diferencias entre estos conceptos y, adicionalmente, aprenderás por qué tipo de situación deberías decantarte (o, quizá, en qué tipo de situación ya te encuentras).

¿Qué es un emprendedor?

Lo primero que sería interesante entender e identificar es qué es un emprendedor, porque, evidentemente, si todo el mundo está hablando de ello, pero nadie se para a definirlo, resulta demasiado difícil establecer un criterio para saber quién es un emprendedor.

En este sentido, una de las mejores definiciones que existen es la de Dídac Lee, famoso emprendedor catalán de ascendencia china, que dice que un emprendedor es alguien que lleva a cabo una idea asumiendo un riesgo.

Es una definición muy amplia, pero, precisamente, es por ello por lo que es adecuada. Si se utilizan categorías más restringidas, habría mucha gente que se quedaría fuera, cuando, en general, consideramos que sí es emprendedora.

Otro tema distinto es que haya gente que considere que el emprendimiento tiene que ver con elementos tecnológicos, lo cual tiene algo de sentido porque todos los medios hablan continuamente de este tipo de emprendedores.

Sin embargo, ateniéndonos a la definición de Dídac Lee, un emprendedor puede ser tanto Steve Jobs como Paco o Manolo, que han decidido abrir un bar en la esquina de tu calle para ganar un sueldo y suplir una necesidad que tiene la gente de tu barrio (y, al hacerlo, están asumiendo un riesgo).

Además, la definición de Dídac Lee tiene una ventaja extra, y es que no se reduce únicamente a lo monetario, por así decirlo, y tampoco se reduce a lo individual. Es precisamente esta característica amplia lo que hace tan buena esta definición.

Asimismo, una persona que decide tirar para adelante un proyecto dentro de una empresa, también es un emprendedor, porque está poniendo en riesgo su imagen como trabajador por llevar a cabo una idea.

Del mismo modo, una persona que trata de crear una nueva institución (por ejemplo, los creadores de Bitcoin), también son emprendedores, aunque lo que han creado no tenga nada que ver con una empresa como tal.
 

¿Qué es un trabajador autónomo?

Es una persona que no tiene jefe, sino que trabaja por sí y para sí mismo, y que no tiene trabajadores a su cargo.

Esta definición puede ser controvertida porque, en algunas legislaciones, el trabajador autónomo sí puede tener empleados. Sin embargo, la definición que se da aquí no tiene origen en ninguna legislación, sino que, simplemente, trata de reflejar una situación.

Si se quiere, se puede utilizar la definición de Robert Kiyosaki, que habla de que un trabajador autónomo es un profesional que no necesita depender de ninguna persona superior, pero que tampoco tiene personas a su cargo.

En el caso de que el autónomo necesite el trabajo de alguna otra persona, en general, suele trabajar con otros autónomos, formándose toda una red de trabajadores freelance.

Otro punto importante: El trabajador autónomo es un emprendedor, pero no todo emprendedor es un trabajador autónomo.

Resulta imposible pensar un trabajador autónomo que no es emprendedor, porque, como ya hemos definido emprendedor como “persona que asume un riesgo para llevar a cabo una idea”, toda persona que cree su propio trabajo está asumiendo un riesgo en base a una idea.

Ahora bien, se puede ser emprendedor sin ser trabajador autónomo. Por ejemplo, la persona que trata de llevar para adelante una idea dentro de una empresa, no es un trabajador autónomo, pero sí es un emprendedor.

Del mismo modo, los desarrolladores de Bitcoin, probablemente, no eran trabajadores autónomos (al menos, no lo eran en relación al trabajo que desarrollaban con Bitcoin).

¿Qué es un empresario?

Después, tenemos al empresario. La definición de empresario, en esta ocasión, va a ser la de Robert Kiyosaki, que es quien dice que el empresario es un trabajador autónomo que llega al siguiente nivel, y forma sistemas para que la idea que desarrolló pueda prosperar sin que esté él delante.

El empresario, por lo tanto, necesita trabajadores, porque, tarde o temprano, incluso en el sistema más automatizado, se necesitará a alguien que haga clic en el botón “On”.

La diferencia entre el trabajador autónomo y el empresario, llegados a este punto, reside en quién da clic en ese botón. Si das clic tú mismo, eres un trabajador autónomo, si quien da clic es una persona a tu cargo, eres un empresario.

En este sentido, resulta evidente que un trabajador autónomo puede tener un negocio mucho más rentable que el empresario. Eso no tiene nada que ver.

Ahora bien, lo que distingue al empresario como tal no es el hecho de tener empleados, sino el hecho de que tenga un sistema. Esta es una diferenciación importante, aunque, en la práctica, el empresario, según esta definición, siempre tenga que tener empleados.

La idea básica de que un empresario tenga un sistema es que haya desarrollado una serie de pautas de comportamiento que permitan que cualquier persona con el suficiente conocimiento pueda encargarse del negocio, sin que esté él presente.

Esto puede parecer complicado, pero no lo es. Un sistema puede ser una simple hoja de papel con una serie de “si-entonces”, que diga qué es lo que tiene que hacer la persona que está a su cargo.

Así que, en definitiva, el empresario es una persona que tiene un sistema mediante el cual, su idea puede realizarse, y que pone a otra persona a cargo del sistema para que el negocio funcione.

En este sentido, el emprendedor puede no ser un empresario, pero el empresario siempre es un emprendedor, por las mismas razones que en el caso del trabajador autónomo.

De la misma forma, un empresario y un trabajador autónomo no son lo mismo, aunque para ser empresario, generalmente (no siempre) hay que pasar por ser un trabajador autónomo.
 

¿Qué es un inversionista?

Por último, en el último cuadrante de las posibilidades de trabajo de una persona de Robert Kiyosaki, está el inversionista. El inversionista es una persona que ya no diseña sistemas, sino que invierte en los sistemas de otras personas.

Existe cierta falta de interés por considerar emprendedor a un inversor, pero, si seguimos con la definición de que un emprendedor es una persona que lleva a cabo una idea asumiendo un riesgo, el inversionista también es un emprendedor.

Al fin y al cabo, el inversionista tiene la idea de invertir en una empresa, porque ha visto algo de interés en ella, y asume el riesgo de equivocarse. Exactamente igual que le sucede al trabajador autónomo o al empresario.

De nuevo, el inversionista es siempre un emprendedor, pero el emprendedor no tiene por qué ser necesariamente un inversionista. Y, para ser inversionista, no hace falta pasar por las fases de empresario y trabajador autónomo, aunque suele suceder así.

Y ahora… Un toque más épico

Sin embargo, si hay algo cierto en todo esto, es que la mayor parte de la gente no utiliza la definición de emprendedor que se ha dado en un principio, que es la de Dídac Lee.

La gente, de hecho, no suele utilizar una definición clara de lo que es un emprendedor. Simplemente, se utiliza el término para referirse a una serie de personas a las que se les atribuye una serie de características compartidas.

En general, esas características son las de una persona que, sin tener nada, crea una empresa a partir de una idea, y esa empresa llega a ser una gran multinacional, que genera mucha riqueza y da mucho empleo.

En definitiva, se tiene la visión de que un emprendedor lo es según los resultados que obtiene. Y, aunque esta idea tiene cierta épica interesante, porque estimula a las personas a querer emprender, para conseguir esos grandes resultados, no es la más acertada; porque no se puede catalogar una misma actividad como dos cosas distintas en virtud de los resultados obtenidos.

¿Por qué se habla tanto de los emprendedores?

Por último, conviene hacer una breve mención a por qué se está utilizando tanto este término. Y, en opinión de muchas personas, como Toni Segarra, que es un experto publicista, esto no es más que una buena campaña de marketing.

En una época en la que en gran parte de los países occidentales la figura del empresario está denostada, traer a colación la imagen del emprendedor, con ese toque épico mencionado anteriormente, sirve como revulsivo para que la empresa se vea mejor.

Se cambia ligeramente el enfoque, y ya no se pone la mira en el empresario estable que puedes tener en el polígono de al lado de tu casa desde hace veinte años, sino que se pone la mira en aquellos que, a lo largo del tiempo, crean una empresa de la nada que vale miles de millones.

Puede que esta sea la razón. Y que, simplemente, se trate de una buena campaña de marketing.

Como puedes ver, no es lo mismo ser un emprendedor que ser un trabajador autónomo, y tampoco es lo mismo que ser un empresario. Aunque se intenten confundir los términos, conviene tener las diferencias claras, para no caer en errores conceptuales.

¿Y tú? ¿Qué opinas? ¿Crees que estas diferencias no son tales? ¿Crees que sí, pero que no es importante hacer la distinción? ¿Qué eres tú? ¿Emprendedor, empresario o autónomo? ¡Cuéntalo en los comentarios y se te responderá tan pronto como sea posible!

Acerca del autor:

Antonio Godoy navega en el marketing online y el emprendimiento digital para www.antoniogb.es , y es amante de los perros, la lectura y la discusión creativa.